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Arequipa, 12 de Noviembre, 2008

Queridas madrinas, queridos padrinos,

¿Cómo podemos compartir con ustedes nuestra alegría acerca de los resultados obtenidos por el apadrinamiento en nuestra casa hogar?

Queremos que ustedes sepan, que en el corazón de cada uno de los niños, que fueron desgraciadamente abandonados, el tener una madrina o un padrino es para ellos una gran alegría.

Claro que sus aportes financieros y sus regalos son muy importantes para permitirles estudiar y vivir correctamente. Pero estén seguros de que sus cartas son muy valiosas y preciosamente guardadas por cada uno de ellos. Más que una correspondencia, es una verdadera unión, un fuerte lazo de amor entre ustedes y los niños, basada en la confianza que ustedes les brindan para vivir cada día. Cada vez que reciben una correspondencia de sus padrinos, el pequeño regalo se añade a la alegría de leer, ¡y se ven tan felices abriendo sus correos! Ustedes son quienes en verdad les permiten vivir un intercambio de confianza y cariño. ¡Estamos muy agradecidos y felices con su apoyo!

Sin embargo, su ayuda financiera y material es también indispensable porque pasan los años muy rápido, tan rápido que los chiquitos sin darse cuenta se hacen adolescentes, y les gustaría seguir una carrera de estudios superiores para volverse adultos responsables y autónomos, dueños de sus propias vidas. Ustedes saben que los gastos escolares son muy altos y que confiamos en su apoyo para ayudarnos a reunir lo suficiente para cumplir con nuestro presupuesto y gracias a eso, dar a los niños la oportunidad de construirse un futuro asentado sobre una base fuerte y sólida.

Otra vez les queremos agradecer sinceramente: por su presencia al lado de los niños y adolescentes por todo lo que nos aportan... Esperamos que estén satisfechos con la correspondencia establecida entre ustedes y sus ahijados.

Atentamente,

Padre Alain-Marie Leroux